jueves, 7 de mayo de 2015

Rimas. Gustavo Adolfo Becquer


  ¡No me admiró tu olvido!  Aunque de un día, 
me admiró tu cariño mucho más; 
porque lo que hay en mí que vale algo, 
eso... ni lo pudiste sospechar.

Si de nuestros agravios en un libro 
    se escribiese la historia, 
y se borrase en nuestras almas cuanto 
    se borrase en sus hojas.

  ¡Te quiero tanto aún! ¡Dejó en mi pecho 
    tu amor huellas tan hondas, 
que sólo con que tú borrases una, 
    las borraba yo todas!

Los suspiros son aire y van al aire. 
Las lágrimas son agua y van al mar. 
Dime, mujer, cuando el amor se olvida, 
        ¿sabes tú adónde va?

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