Todos los días tenemos esa oportunidad de decirle te quiero a la persona que deseas con toda tu alma. Nos permite el compartir nuestras vivencias y comentar con esa persona lo que te ilusiona, el decirle lo que la quieres y que esperas que la eternidad sea una realidad donde podamos vivir en lo infinito del tiempo.
Todos los días deberían de comenzar con esa aurora de colores, los que sellan nuestro amor con un beso, real o imaginario. Que baste con cerrar los ojos y esperar que esa sensación en forma de brisa cubra todo tu ser, que te envuelva y te trasmita esa esencia de la amada que ansío todos los días desde que la conocí.
Todos los días tendrían que acabar con ese abrazo que funde en uno nuestros corazones, con esa caricia que te arropa en el frío invierno y que te da frescor en las noches de verano.
Fernando Infante
No hay comentarios:
Publicar un comentario